El Yo Superior y el plan de vida son hilos inseparables en el telar de nuestro ser. Nos recuerdan que somos cocreadores de nuestra realidad y nos recuerdan que la realidad es una ilusión, presentándonos la conexión a ese campo de las Infinitas Posibilidades donde todo es posible de crear.
El Yo Superior, como un reflejo etéreo de nuestra esencia, nos conecta con un conocimiento profundo y una visión más amplia de nuestra existencia.
Es como mirar a través de un prisma espiritual que revela la totalidad de nuestro ser, pasado, presente y futuro, siempre desde el AHORA.
Este aspecto elevado de nosotros mismos no solo nos guía hacia nuestro camino de realización, sino que también nos brinda una perspectiva trascendente de la vida cotidiana.
En el tejido de este viaje terrenal, el plan de vida se despliega con una armonía divina.
Cada elección que hacemos, cada experiencia que vivimos, se entrelaza en una narrativa mayor que se desarrolla a lo largo del tiempo.
El plan de vida no es una imposición rígida, sino un mapa flexible que nos permite nuestro libre albedrío mientras sigamos la senda de destino.
A través de los desafíos y las alegrías, aprendemos las lecciones que nuestra alma ansía conocer.
Cuando nos sintonizamos con el Yo Superior y el plan de vida, nos alineamos con un flujo más profundo del universo.
Nos convertimos en colaboradores conscientes en la creación de nuestra realidad, atrayendo hacia nosotros las experiencias y oportunidades que resuenan con nuestro propósito y nuestra misión.
Al confiar en esta guía interna, nos abrimos a un estado de gracia en el que cada momento se convierte en un paso en la dirección correcta.
La conexión con el Yo Superior y el plan de vida también nos conecta con una sensación de trascendencia y pertenencia cósmica.
A medida que nos sumergimos en este entendimiento más amplio, nos damos cuenta de que somos parte de un tejido más grande de conciencia universal. Nuestros hilos individuales se entrelazan con los de otros seres, formando un tapiz vibrante de interconexión multidimensional, cuántica y espacial.
A lo largo de este viaje, descubrimos que el propósito más profundo de nuestras vidas es recordar quiénes somos realmente.
El Yo Superior y el plan de vida son las llaves que abren las puertas a nuestra esencia espiritual.
Nos llevamos a una exploración interior que revela nuestra verdadera naturaleza y potencial divino.
En este proceso de autodescubrimiento, nos convertimos en instrumentos conscientes de creación, manifestando nuestra realidad desde un lugar de autenticidad y amor.
En última instancia, el Yo Superior y el plan de vida nos llaman a vivir desde un lugar de autenticidad y a fluir con la corriente del destino que hemos tejido para nosotros mismos.
Nos recuerdan que somos coautores o cocreadores de nuestra historia, y que cada elección, cada experiencia, contribuye a la riqueza de nuestra evolución espiritual. A medida que nos alineamos con estos hilos divinos, nos abrimos a un viaje de autodescubrimiento, empoderamiento y realización en el tapiz de la vida.
Bendiciones,
Marcela Stachuza
www.rinconangelical.com
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